Creo que uno de los indicadores más certeros de mi impacto ambiental es el carrito de la compra que en 2019 me ayudó a hacer la mudanza desde la casa de mis padres. No fueron pocos los viajes de ida y vuelta, que de hecho se alargaron más de un mes, pero esta forma pausada de migrar mis pertenencias (principalmente estanterías con libros) me ayudó a amueblar la casa a un ritmo humano, sin atracos de cajas de cartón en el pasillo.
Hoy en día hubiese usado la bicicleta para hacer la mudanza.
No fueron pocos los amigos que, con toda la buena intención del mundo, insistieron, presionaron y hasta acosaron con la idea de usar un coche para mover todo de golpe y en pocos viajes. Se lo agradezco mucho, pero he sido mucho más feliz con mi carrito de la compra capaz de transportar estanterías desmontadas balda a balda. La motonormatividad también es esa presión social porque uses el coche hasta en situaciones en las que no es que no haga falta, sino que empeora el resultado.
@euklidiadas qué carrito es ese? me vendría bien
Es uno normalito, parecido a este pero sin marca. Lo compré en un chino por 10 euros.