Una empresa francesa, Duralex, iba directo a la quiebra y por alguna movida entre juicios y no sé cómo más (detalles que me interesan bastante), la han convertido los empleados en una cooperativa y ahora es de todos ellos y han levantado el trabajo.
Ojalá les dure durante años. Pero menuda movida. Salvada por los propios empleados.