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@LUCA Ay, Luquita, se me están viniendo muchas cosas con esto. De esas hambres estas vidas, y que orgullo, pero también que pena cuando me decían, la misma madre que apuraba el pescado, en las bodas "no rebañes el plato que eso es de muertos de hambre". Pienso en como la civilización nos hace siervos y amnésicos. Veo a mi abuelo comerse los ojos del cordero y reír, de gusto y a gusto. Pienso en como me relaciono hoy con lo que nutre, comoda consumo, comida para matar el ansia. Hay un mundo, sí, en esto de las hambres.
Y los caracoles purgándose con miga de pan empapada en leche.
Estoy casi en trance, ompare, hay aquí un libromundo entero.
@SrMoshuelo@masto.esel gañote del pollo
manzanilla amarga el mote de pila
lo que no quiere nadie
lo que hoy se silencia
la tos y la umbría las mantas
comprar bisontes para una calavera
mortaja sobre colchón de borra
la tos el níquel el orinal
el cartílago de las patas
separar lentejas podridas
bajar el cisco de la cocina vieja
la abuela sin voz
de manos engarfiadas
el hervidor de leche
nata con azúcar y moscas
coser pimientos el olor a polvo
de las alforjas los balcones vacíos
la calle gris colmada de niños
las partes que otros desprecian
correr escaleras arriba romper
a llorar en el veranil
y que nadie me vea
las tejas y la pila de los gatos
la carencia y el orgullo
de haber llegado hasta aquí
para arrojar astillas a la lumbre
para reunirme con los restos
de la infancia aluvión de quincalla
sin pátina ni amnesia
aquí en este ahora tan lejos
sostener
agitar
dejar que me mantenga despierto
la herencia del hambre
(ay, Luca, estoy en trance, y qué gusto y qué miedo y qué emocionante)