1. Los amantes del círculo polar, Julio Medem, España, 1998
"Podría contar mi vida uniendo casualidades". Definitivamente, esa frase podría representar bien mi vida, al igual que lo hace en la vida de los dos protagonistas de esta película, Otto y Ana, ambos con nombres capicúa.
La película sigue la historia de estos dos enamorados, que se conocieron siendo niños, y que a medida que pasan los años, van cruzándose en sus vidas, y también en sus miradas el uno en el otro, tal como la historia te va contando en un ejercicio narrativo centrado por separado en cada una de las vidas de los dos protagonistas de una manera intimista y magistral.
Una jovencísima y talentosa Najwa Nimri como Ana y un también maravilloso Fele Martínez como Otto, llevan el peso protagónico de una historia que termina en Finlandia, motivo por el cual se denomina así el filme -que durante todo el tiempo utiliza un filtro azul frío en sus imágenes- y por el que sus vidas se volverán a cruzar una última vez más.