Los progresistas siempre convierten cualquier debate o desacuerdo en un problema personal. Son la antítesis de la deliberación política responsable y honesta.

El patriotismo, sin clasismo y sin internacionalismo proletario, es chauvinismo y abono para el fascismo. El internacionalismo, sin conciencia de clase y sin patriotismo, es cosmopolitismo liberal-burgués, y constituye una forma de alienación individual y colectiva.

Un revolucionario marxista se siente en su Patria cuando lucha por y con el proletariado de cualquier país. Porque no hay nada que hermane más a los pueblos que la lucha por la emancipación de las clases oprimidas, la justicia y la felicidad. Ellas solo pueden lograrse con socialismo. Así es como ningún pueblo camina solo, sino que camina con todos los otros pueblos para realizar la fraternalidad humana.

Dicho todo esto, testimonien la grandeza del internacionalismo proletario y el patriotismo emancipatorio:
- https://inv.nadeko.net/watch?v=QvRoGAUbO2E (Invidious)
- https://youtu.be/QvRoGAUbO2E (YouTube)

¿Será que no hay peor anticomunista que el anticomunista de izquierda?

Conservadores no son quienes no hablan con la "e", no bancan el pañuelito verde, o no desean que nos hagamos puré el cerebro con marihuana; porque no se es conservador por no militar la agenda de George Soros y el Partido Demócrata. Conservadores son quienes no quieren abolir la propiedad privada de los medios de producción, o, aunque digan que sí, nunca hablan del asunto, y en cambio sí se lo pasan agitando la agenda política de la izquierda liberal y posmoderna.

Debemos nacionalizar la tierra. Quien se oponga lo hace por negarse a perder un privilegio, o por puro e injustificable conservadurismo. No hay ninguna razón o argumento que justifique que la explotación agrícola y ganadera es mejor si la tierra es propiedad privada. Nacionalizando la tierra no pierde absolutamente nada ningún argentino, sino que ganan la tierra absolutamente todos los argentinos (incluídos los explotadores). Lo único que se pierde es el lastre de una aristocracia que se cree en el derecho divino de poseer y administrar más dinero que el resto de los argentinos, gozando de más poder, pudiendo así esquivar los mandatos de la ley y el deber social. No podemos eludir más la tarea histórica de nuestra segunda y definitiva independencia. Para ello es imprescindible nacionalizar la tierra, su privatización es la causa de todos nuestros males.

Hay que acabar con la sociedad de clases, no mejorarla.

Quieren que hables todo el día de tirar abajo un "patriarcado" en el que no vivimos, para que no hables de abolir la propiedad privada liberal-capitalista, que es la institución social que causa nuestra miseria material y espiritual, obligándonos a vivir en la esclavitud y la exclusión.